Por: Rudinsky Koradinsy
En Guatemala, "La Quema del Diablo" es una tradición católica de la época navideña, que se realiza el 7 de diciembre, simbólicamente representa el triunfo de la Virgen Inmaculada Concepción sobre Satanás, la victoria del bien sobre el mal.
Su origen data desde la época colonial. Como no existía energia eléctrica, la costumbre de las luminarias o fogatas eran para iluminar el camino de la procesión de la Virgen de Concepción, en vísperas del 8 de diciembre, día de su fiesta.
Dicha situación se popularizó de tal manera que al anochecer, exactamente a las seis de la tarde, se encienden millares de fogatas acompañadas con una exagerada explosión de cohetes que hacen que las calles de las ciudades se llenen de ruido y humo contaminante.
En la actualidad las fogatas se hacen con la creencia de sacar los malos espíritus del hogar, y por ello algunos habitantes queman lo que ya no les sirve: zapatos, ropa usada, chiribiscos, papel, llantas, y hasta basura.
La Quema del Diablo es una tradición muy guatemalteca, sin embargo, es mala costumbre quemar materiales sintéticos y desechos no biodegradables que dañan el medio ambiente. Los gases tóxicos destruyen la capa de ozono y contaminan el oxigeno que nos sirve para respirar. La quema irresponsable causa incendios y trae tragedias no deseables para las familias.
Algunos historiadores sugieren quemar piñatas, tienendo en cuenta que deben hacerse en lugares donde se eviten incendios.
A sacar el diablo que llevamos dentro.
Para conservar la tradición y la salud de nuestras vías respiratorias, sugiero lo siguiente: realizar el 7 de diciembre un acto de purificación espiritual y social; es decir, reflexionar y rectificar nuestros errores y aprovechar ese día para pintar nuestras casas, barrer las calles, limpiar y pintar de blanco los arriates, banquetas y troncos de los árboles. Asimismo llevar los libros usados, cuadernos, revistas y papel que ya no nos sirva, a los centros de reciclaje.
Por la noche, a partir de las 6:00 de la tarde, las comunidades, municipalidades, ó asociaciones de vecinos pueden organizar veladas folklóricas representando el triunfo del bien sobre el mal. Incluso con actos satíricos pueden sacar los trapitos sucios de los funcionarios públicos y denunciar todo lo malo de nuestra sociedad.
Si se realiza esta nueva práctica, evitaremos incendios, conservaremos el medio ambiente limpio, y le brindaremos a la Virgen de Concepción una nueva victoria en su procesión: vencer la contaminación que produce la Quema del Diablo.
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